LODE Ligero 15x39 – EL FOSO DE LOS OLVIDADOS 6n4kl

La órbita de Endor.

Saludos mundo. Bueno, como ya hicimos con las novelas de la chica gris y la materia de las sombras, hoy toca analizar el foso de los olvidados.

Veo que, en fin, tras haber superado ese hándicap, ¿no?, de traer lo mío a mi programa, y, bueno, si alguien del equipo dirigiera películas o escribiera guiones de series de televisión, haríamos lo mismo. Porque nosotros analizamos ese contenido, y aquí hablamos de esas cosas.

Pues como digo, veo que ya la gente lo termina hasta reclamando con ansias. Ha pasado en esta ocasión. Esta vez las peticiones han sido, a lo mejor, más anhelantes, ¿no?, más ávidas. Al final, de algún modo, esto también se ha convertido en parte de nuestro lore personal, por decirlo de algún modo. Digamos que sale una novela, en esta ocasión escrita por un servidor, y tras un tiempo prudencial, para que la gente la lea, se lo dea con la misma objetividad con que haríamos con otro título que no fuera de la casa.

Así que, gracias a todo el mundo que lo ha pedido, por asistir a este mastodóntico podcast, con la intención de quedarse hasta el final, espero. Y también, oye, supongo que habiendo leído esta obra primero, habrá 90 minutos o así sin spoilers, por si acaso alguien no se ha animado a hacerlo y quiere saber más al respecto. Vale, 90 minutos sin spoilers y luego ya a partir de ahí destripamos la novela de principio a fin. Si alguien todavía necesita explicaciones al respecto de por qué tomamos estas decisiones, ya di más que suficientes en el especial de la chica gris.

Sería repetirse. Y que, por otra parte, si os parece mal o pensáis que no es ético, o yo qué sé, bueno, estáis en vuestro derecho de no escuchar esto, si es que nadie os obliga. Por cierto, durante todo este programa vais a escuchar nada, unos breves minutos, unas pequeñas muestras de lo que va a ser el futuro audiolibro de El foso de los olvidados, con la narración de Alex Moreno. Yo sí es cierto que he intentado acortar un poquito el tiempo, porque en un audiolibro digamos que, bueno, las narraciones están como un poco más pausadas.

Yo la he agilizado para que sea más tipo dramatización. Le he puesto música, que en el audiolibro no va a haber, por supuesto, y a lo mejor algún efecto que otro. Así que hoy, aquí, en la órbita de Endor Lode, es momento de hablar de El foso de los olvidados, esta novela de fantasía épica, fantasía adulta, conmigo, que soy Antonio Arrula, el autor de la obra. Despegamos. Desde el lugar más recóndito del espacio sideral, fluctuando entre lo real y lo imaginado, llegan los audioregistros de Lode, la órbita de Endor.

Fueron grabados hace eones, pero no se concebirán hasta futuras eras, haciéndose realidad aquí y ahora, en este vórtice temporal que se abre ante ti. Entra en el dominio de la magia y lo imposible, entra en el imperio de la órbita de Endor, el programa de la fantasía y la ciencia ficción, la última línea de defensa de la imaginación. Femken trajo a la niña tras un par de lapsos, casi empujándola desde atrás. Una niña que tenía algo especial, sí, desprendía una suerte de aura a pesar de no ser más que una criatura inocente e ingenua. Largos mechones de su pelo caían por el torso hasta el ombligo. La luz jugueteaba con ellos.

Con ese verde oscuro y brillante, la piel pálida como la leche y unos ojos enormes a juego con su cabello, componían un espectáculo llamativo de lindeza infantil que auguraba una belleza adulta ineluctable. En cuanto Venterios la vio, tuvo que reprimir las lágrimas. No era lo que esperaba. Físicamente, sí, por supuesto, no podía ser de otro modo.

Hubiera querido, en cambio, detectar una esencia reconocible, algún tipo de hechizo vinculante que los conectara de alguna manera. No pasó nada de eso. Se encontraba ante un ser extraño que tampoco lo reconoció a él. Lo pudo ver en la mirada que le echaba la cría. ¿Sois vos mi nuevo dueño? ¿Dueño? ¿De qué hablas? Mis compañeros dicen que mis padres me vendieron, que pertenezco al colegio y el señor Femken dice que debo irme con vos.

Incluso me ha dicho hasta siempre ratoncito. ¿Es eso? ¿Desde hoy soy de vuestra propiedad? Venterios se aproximó a ella con paso lento. Se encorvó para quedar a su altura y eligió el tono más tranquilizador que pudo usar.