102. 5 efectos ocultos de las redes sociales en tu salud mental 471vi

Se calcula que hay alrededor de 5.000 millones de s activos actualmente en las redes sociales.

Pueden ser y son muchas veces fuentes significativas de malestar psicológico.

Estoy seguro, Toni, que tú has tenido que atender a más de una paciente o de un paciente por esta cuestión, ¿correcto? Cierto. Las redes sociales se llaman redes y se llaman redes porque están hechas para atrapar.

Hasta el 73% de los adultos jóvenes ven tantas cosas que les hacen sentir con una autoestima tocada o con una autoimagen tocada, que tres cuartas partes lo acaban pasando mal.

El problema es que quién es fiable hoy en día en las redes sociales.

Quizás hay extraños que no sabes cuáles son sus intenciones, que están viendo a tus hijos, que están viendo dónde trabajas, que están viendo dónde estás.

Hay una dictadura de subordinación a opiniones ajenas de personas que no sabemos qué nivel de formación.

Todos los que estamos en las redes sociales tenemos una gran responsabilidad social.

Queridas amigas y queridos amigos, os damos la bienvenida a un nuevo Ojalá lo hubiera sabido antes.

Hoy para hablar de un tema que nos interesa a muchos, las redes sociales y la salud mental.

Se calcula que hay alrededor de 5.000 millones de s activos actualmente en las redes sociales y estas plataformas pueden catalizar tanto el bienestar como pueden ser y son muchas veces fuentes significativas de malestar psicológico.

Así que vamos a dedicar un tiempo a investigar las bondades y las maldades de las redes sociales, sobre todo cuando no las sabemos gestionar, porque bien gestionadas, como todo, pueden ser muy útiles.

Saludamos entonces al psicólogo del grupo, a nuestro queridísimo maestro, amigo, Antoni Bolinches.

¿Qué tal, Antoni? Pues encantado, una vez más, como cada semana que participan en este encuentro de amigos, el Ojalá lo hubiera sabido antes.

Bueno, creo que en la propia introducción ya estás anticipando un poco la conclusión, porque fíjate que has hablado de malestar psicológico provocado por un determinado uso y abuso de las redes sociales, pero entre el malestar psicológico y la salud mental hay un abanico de posibilidades intermedias.

Ojalá nos quedáramos solo en el malestar psicológico.

Y vamos a mirar cuáles son sus fuentes y estoy seguro, Antoni, que tú has tenido que atender a más de una paciente o de un paciente por esta cuestión, ¿correcto? Cierto.

Querido sc, en este caso desde Estados Unidos, desde California, en tu periplo de conferencias, ¿cómo estás? Muy bien, muy contento de ar aquí con vosotros y con tantísimos amigos y amigas que nos animan.

Y creo que este tema es especialmente importante, porque si está en la vida de 5.000 millones de personas, está influyendo para bien o para mal.

Entonces, yo empezaré diciendo que las redes sociales, igual que herramientas magníficas como la inteligencia artificial, bien usadas pueden ser una gran ventaja para nuestro bienestar, para nuestra inteligencia, para nuestro ar.

Porque sobre todo lo vimos durante la pandemia y el confinamiento, gracias a redes sociales, pues familias que vivían en lugares distintos pudieron ver juntos una película, comentarla, levantar la copa de vino.

El problema es, y quizás aquí nuestro gran maestro Antoni Bolinches nos lo va a comentar, es cuando las redes sociales sustituyen de manera absoluta lo que sería el o analógico y presencial que necesita el ser humano.

La economía de las caricias, de la que habla Alex.

Entonces, sí que es verdad que para muchas personas las redes sociales son una obsesión y acabaré con una apreciación que hacía mi buen amigo Gabriel García de Oro, expublicista y experto en storytelling.

Y él siempre me dice, mira, s dice, las redes sociales se llaman redes.

Y se llaman redes porque están hechas para atrapar, no para que seas libre.

Si no, se llamarían alas sociales.

Qué bueno. Hay varios elementos que podemos explorar, queridos.

Buscando información nos damos cuenta enseguida que hay cinco grandes áreas problemáticas.

El fenómeno de la comparación social digital, lo digo porque vamos poniendo ingredientes para ya abrir juego.

La adicción conductual a la validación social, es decir, cada like hace que haya personas que generen ese punto de adicción adicional.

También síndromes de ansiedad social, es decir, de perderme la información de lo que está pasando, de no estar al día, de no estar a la moda.

La erosión de la atención sostenida.