A10 Amiot 350s - Innovación y fracaso en los bombarderos ses 3ah6o

Esto es Aviones 10, una serie antológica de Casus Belli donde hablamos de aviones de todas las etapas.

Hola y bienvenidos a un nuevo Aviones 10. Si el amigo Antonio ha sido capaz de hablar del Maurienne Saunier 406 y hablar bien, yo creo que de cualquier cacharro francés se puede hablar bien, que Dios me perdone por ello. Así que hoy os traigo un nuevo Aviones 10 y vamos a hablar de la familia de bombarderos, no solamente de un bombardero, de la familia bombarderos Losamiot 350, que fue un avión al que aspiraba la fuerza aérea sa y en la que confiaba que iba a revolucionar todo su paradigma de aviones y vehículos para bombardeo. Así que nada, vamos a hablar de una familia bombardero, vamos a hablar de un constructor de aviones, vamos a hablar de una Francia del periodo entreguerra con muchos vaivenes y en fin, espero que disfrutéis de este Aviones 10 y nos vamos a ir a una fecha, al 13 de noviembre de 1936, cuando se inaugura en París el decimoquinto salón de la aeronáutica en el Gran Palacio.

Los visitantes allí podían ver una serie de prototipos expuestos por fabricantes de todo el mundo en un momento, como sabemos que fueron los años 30, de transición tecnológica, en la que los monoplanos de metal estaban tomando el relevo a los biplanos de las unas que habían triunfado en la Primera Guerra Mundial. Un avión en particular atrajo mucho la atención y causó, por cierto, un gran revuelo, el Amiot 341, un monoplano bimotor, presentado como un avión rápido para el lazo, es decir, para el correo, pero que todo el mundo que tenía dos ojos entendió que era un bombardero.

Las líneas eran armoniosas y sobre todo con tintes futuristas y bueno, estaba muy bien, estaba presentado a tamaño natural y bueno, era un salto con respecto a lo que habían sido las creaciones anteriores de su fabricante, por ejemplo el bombardero Amiot 143, quizás esto es un juego cambiando el orden de números. El Amiot 143 acababa de entrar en servicio en la Fuerza Aérea sa, era un aparato, como digo, todo lo contrario, era descarbado, anguloso, algunos lo plantean como un autobús alado, eso sería una frase asumible a mi gran amigo Antonio.

El nuevo avión, sin embargo, tenía un elegante acabado metálico y sus esbeltas líneas parecía que iban a ayudar a este avión a atravesar el aire y bueno, entusiasmó a los periodistas, incluido el corresponsal de Le Figaro, que escribió en la edición del 17 de noviembre lo siguiente, entre las creaciones más bellas expuestas, los visitantes encontrarán el nuevo Amiot modelo 341, el primero de una nueva familia de aviones. Este aparato, un avión correo rápido, del que también existe una versión de bombardeo rápido y de un avión de transporte, tiene unas líneas absolutamente depuradas y un acabado notable. Las superficies metálicas púlidas del fuselaje y de las alas contribuyen notablemente al rendimiento global. Este avión, que comenzará sus pruebas inmediatamente después del salón, alcanzará una velocidad de unos 475 km por hora.

Su constructor era Félix Amiot y no era en absoluto un desconocido. Había nacido en Cherburgo en 1894. Había sido un mecánico autodidacta cuya familia se trasladó a Issy le Moulinot en 1908. El joven creció en una ciudad con numerosos talleres aeronáuticos, lo que confirmó su pasión por la aviación. Fue llamado a filas y se inscribió en los Fusiliers Marines y convertiría en Dismut en 1914 antes de ser destinado especialmente al Alta Guardia del 15 para trabajar como mecánico en la empresa de Moren Saulnier en el año 16 con un capital que le prestaron los hermanos Paul y Pierre Wertheimer, perfumistas muy ricos de la zona de Alsacia, fundó la Société de Emboutissage et de Construction Mécanique, la SECM, que en esta época de guerra recibió inmediatamente pedidos del Estado para la producción, en este caso bajo pila licencia, de aviones de otros fabricantes.

Instalada inicialmente en un taller en París, la empresa se expandió y se trasladó a una fábrica en Colombes en 1918, donde llegaría a construir sobre todo los Breguet 14 B2. Y bueno, tras el abdicicio Félix Saint-Miot, Abel Céstor sobrevivió a la caída de los pedidos y mantuvo su posición, continuando sus actividades de subcontratación con respecto a otras fábricas.

Siguió fabricando el Breguet 14 y a principio de la década de los 20 consiguió contratos para el Breguet 19 y el de Guatín C1. En el año 22 la empresa introdujo sus propios modelos de aviones con el nombre de SECM y luego con el apellido del fabricante Saint-Miot. Se trataba sobre todo de pequeños aviones para turistas y entrenamiento