Derecho Romano - La Familia 1b32o

Hola a todos los amigos de Filosofía Puntis, estamos con este apunte general sobre el derecho romano, la parte de familia. La familia romana era mucho más que un simple núcleo doméstico, representaba la base de la sociedad romana y un microcosmos de su estructura política y religiosa. En la antigua Roma la familia no sólo se componía de los padres y los hijos sino también de esclavos, libertos y otros que convivían bajo la autoridad del pater familias. Este sistema familiar reflejaba los valores fundamentales de la Roma clásica, el respeto a la tradición, la jerarquía, la lealtad y el deber.

La importancia de la familia se extendía más allá de la vida privada ya que sus roles y responsabilidades se vinculaban estrechamente con la vida pública y el bienestar del Estado. En esta entrada vamos a explorar entonces la composición, la función y los valores asociados a la familia romana. Sin más dilación vamos allá.

Bueno, originalmente la palabra familia deriva de la palabra famulus que significa esclavo. De ahí se deriva que la familia son aquellos que están sometidos al pater familias o pater familias que es el padre de familia.

En principio la familia no era una institución jurídica sino que era una institución social y de éstas se formaban las gens, clan o linaje, y eran una forma de organización familiar, las gens, ampliada que desempeñó un papel importante en los primeros períodos de la sociedad romana. Los de una gens compartían un nombre común llamado nomen gentilicum, es decir nombre gentilicio, que indicaba su pertenencia al grupo. Por ejemplo en Gaius Julius Caesar, Julius era el nombre de la gens Julia, y las gens tenían sus propios cultos religiosos familiares dedicados al antepasado fundador o a deidades específicas.

Celebraban rituales y ceremonias que reforzaban la cohesión del grupo. Como no es una institución jurídica propiamente tal, no es posible hablar de un derecho de familia romano, pues como dijimos anteriormente es una institución social. Ahora bien, el único efecto que podríamos considerar jurídico es la herencia, quien subyace en el padre, en poder del padre, que perpetúa su continuidad a sus descendientes. La familia es el núcleo inicial de las civitas, es decir de la comunidad política o ciudadanía romana, que conforma finalmente el populus romanus.

Los de la familia dan cada uno un caput, esto es, estatus jurídico de una persona en función de su libertad, ciudadanía y posición familiar. De hecho caput literalmente significa cabeza, ya como en palabras o en frases, más bien como cuando uno dice per capita, por cabeza.

Y bueno, este estatus se entendía de tres formas. Está el status libertatis, que era el primer y más fundamental elemento ya que distinguía entre las personas libres, liberi, y los esclavos, servi. Ser libre era un requisito indispensable para tener capacidad jurídica. Los esclavos no eran considerados sujetos de derechos, sino objetos de propiedad, aunque podían tener la libertad a través de la manumisión. Sólo los hombres y mujeres podían participar plenamente en la vida jurídica y política romana. El status civitatis, por su parte, definía si una persona era un ciudadano romano, civis romanus, un latino, latinus, o un peregrino, peregrinus.

Los ciudadanos romanos gozaban de privilegios importantes como el derecho a votar, realizar contratos válidos, y casarse legalmente bajo el jus civile, bajo el derecho civil. Los latinos tenían derechos más limitados y los peregrinos, al ser extranjeros, carecían de los privilegios asociados a la ciudadanía romana. Y finalmente está el status familiae, que determinaba la posición de una persona dentro de la estructura familiar romana, que era una unidad jurídica esencial. Una persona podía ser sui iuris, es decir, independiente, con plena capacidad jurídica, o alien iuris.