EP 106: Sin menstruación y sin libido: el coste hormonal del estrés crónico. 4d6g37

Hola, bienvenidos de nuevo a otro episodio de nuestro podcast favorito tus amigas las hormonas.

Esta es la décima vez que intento grabar el podcast.

He cambiado seis veces de tema.

Es un día en el que me es complicado después de más de 100 episodios dar con un tema que os pueda resultar útil, porque lo único que pienso cada vez que grabo un podcast es esto tiene que ayudar a la gente, entonces cada vez se me hace un poco más complicado seguir intentando aportar valor y cada vez además me vuelo más crítica, con lo cual estoy en un punto en el que ya siento que no sé si puedo ayudaros más.

Pero soy una persona bastante con bastante sentido de responsabilidad y no quiero dejaros sin un episodio, entonces voy a intentar hablaros de un tema que no he hablado todavía en la medida en la que mejor puede y sepa y es sobre cómo el estrés afecta a todo nuestro eje sexual y reproductivo, tanto en mujeres como en hombres.

En mujeres es fácilmente y digo fácilmente porque no siempre es tan fácil, es fácilmente reconocible porque se va la menstruación.

Es lo que se conoce como amenorrea hipotalámica.

Sin ningún otro motivo.

Una vez descartado el ovario poliquístico, una vez descartado el estar embarazada, una vez descartado problemas de tiroides, el estrés causa una modulación del eje reproductivo y suprime la regla.

En mujeres es, como digo, más objetivable.

En hombres, sin embargo, no tienen la menstruación, no es tan objetivable, pero se puede manifestar como síntomas derivados de la falta de testosterona, que puede ser desde fatiga, apatía, depresión, menor rendimiento deportivo, disminución de la libido, falta o disminución de la potencia de erección, etcétera, etcétera, etcétera.

Entonces, un poco por qué el estrés crónico puede afectar al eje reproductivo.

Si nos acordamos de qué funciones tiene el estrés, el estrés agudo manifestado por la liberación de adrenalina, noradrenalina y cortisol, tiene la función de supervivencia, de permitirnos optimizar todas aquellas funciones corporales que hipotéticamente nos permitirían salvarnos del ataque de un animal o de cualquier circunstancia que pusiera en jaque nuestra salud y la supervivencia propia y de toda la tribu.

En este sentido, cuando nosotros estamos sometidos a un estrés agudo, que es un poco el estrés evolutivo, es el estrés de viene una jirafa o un hipopótamo o viene un león atacarme a mí o a mi tribu, se activa a los primeros segundos la adrenalina y la noradrenalina y a los minutos el cortisol. Esto, entre otras cosas, te permite correr, te permite optimizar el consumo de oxígeno y el consumo de glucosa y de grasas.

Te lo redistribuye para que vaya al corazón, al pulmón, a los músculos.

Luego, por otra parte, te permite mejorar la visión cercana, te permite enfocarte.

Ahora bien, agudamente todo está súper bien y en ese momento agudo, agudo quiere decir que tiene un inicio y un fin corto.

Por ejemplo, no es importante ir al baño, es decir, no es importante orinar, por eso se suprimen todos los neurotransmisores y las conexiones nerviosas que favorecen el vaciamiento de la vejiga.

Tampoco es prioritario digerir comida, por tanto, también se afecta todo la secreción hormonal y la liberación de enzimas digestivas, etcétera, que nos permiten digerir y aprovechar bien la comida.

Por eso, cuando tenemos estrés crónico también se afecta toda la digestión, se favorece la producción de gastritis, etcétera.

En este contexto, cuando te está persiguiendo un león tampoco es momento de procrear, con lo cual se suprimen la secreción por parte del hipotálamo de la hormona GnRH.

Tu hipófisis deja de producir FSH y LH y por tanto tus ovarios disminuyen la producción de estradiol, disminuye la producción de andrógenos y por tanto no se produce el pico de estradiol que permite la ovulación, etcétera.

Y en hombres tampoco se produce ni la testosterona adecuada, ni los espermatozoides que maduran gracias a la testosterona intratesticular.

¿Por qué? Porque en este momento lo que necesitas es asegurarte de que no.