
Descripción de Ep. 21 - Los crímenes del Arropiero 2f3x4c
Garraf, 21 de enero de 1964. El sonido de las olas de la playa garrafense es interrumpido por los pasos en la arena de un hombre joven, de unos 20 años, bajito, fuerte, y con un bigote afeitado por el medio que recuerda un poco al Cantinflas. El joven se detiene de repente al contemplar a un hombre que está dormido apoyado en un muro y, por un momento, una idea le invade por completo en la cabeza: ¿Y si le mata? El hombre parece un pobre desgraciado que no tiene dónde pararse y, a su parecer, en esas condiciones no tiene mucho que hacer en el mundo. Así que coge una gran piedra y la aplasta contra la cabeza del hombre dormido, partiéndole el cráneo. Este terrible crimen, que en una mente enferma e impulsiva parecía casi como un acto de piedad y compasión, es solo el primero de una gran serie de crímenes que asolaron al país durante la década de los 60 y principios de los 70. Sí, nos estamos refierendo al mayor asesino en serie de la historia de España: Manuel Delgado Villegas, el Arropiero. Cómic "Malos tragos" 🠮 https://dolmeneditorial.com/tienda/malos-tragos/ ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2373791 2t2v3i
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Garraf, 21 de enero de 1964.
Es de día. Nos situamos en una de las playas que delimitan con la población de Garraf,
una pequeña localidad costera situada a 32 kilómetros de Barcelona, que se caracteriza
por las simas y las cuevas que la envuelven, así como por sus pequeñas calas de arena
dorada y aguas cristalinas. Junto a la arena de la playa se alinean diferentes y pintorescas
casetas de madera de colores, utilizadas como vestuarios y almacenes para los pescadores.
En la arena se oyen pisadas de un joven, de unos 20 años de edad, bajito, fuerte, de tez
y cabellos morenos, que lleva un bigote afeitado por el medio que recuerda al Cantinflas.
El hombre, de aspecto enigmático y agresivo, se fija en un señor que está sentado apoyado
en un muro mientras duerme. Se trata de Adolfo Folk Montané, de 49 años, que es
cocinero y que esa mañana ha ido desde Barcelona hasta la playa del Garraf para recoger un
par de saquitos de arena para la cocina, y después se ha recostado para echar una pequeña
siesta. Al joven visitante, que continúa observándolo, de repente se le cruzan los
cables y se le pasa una idea por la cabeza. ¿Y si le mata? El hombre, allí tumbado y
solitario, le parece un pobre desgraciado al que no quiere ir en ningún sitio, y así,
piensa, ¿para qué va a estar en este mundo? Tras esta reflexión, el joven se acerca muy
lentamente a él y alcanza una gran piedra situada cerca del muro. Se posiciona frente
al hombre dormido, levanta la roca con ambas manos y, con toda la fuerza que posee, le golpea con
ella en la cabeza, destrozándole el cráneo. Luego tira la piedra a un lado y, sin miramientos,
rebosca en los bolsillos del cadáver y le roba la cartera y el reloj que lleva en la muñeca,
antes de largarse de allí. Aquel terrible crimen, que para el joven había sido como un acto de
piedad y compasión, se convertiría solo en el primero de una serie de 48 crímenes que
aterrorizarían no solo a España, sino también a otros países como Francia e Italia durante la
década de los sesenta y los setenta. Fue la meta de salida para una mente enferma,
que apenas estaba comenzando a saborear el gusto por la sangre y la muerte y a descubrir
sus deseos más innombrables. Sin duda, había comenzado a forjarse la leyenda de Manuel
Delgado Villegas, el arropiero, el mayor asesino en serie de la historia de España.
Fisonomías criminales. Capítulo 21. Los crímenes del arropiero.
Bienvenidos y bienvenidas, como siempre, a este pequeño espacio donde abordamos crímenes
presentes y pasados de nuestra historia. Estoy muy feliz de poder estar por fin de vuelta con
vosotros y dar inicio, tras un periodo de descanso que ha servido para recargar las
pilas, la segunda temporada de Fisonomías criminales. Como habéis podido ver y escuchar
en la introducción del episodio, empezamos con un caso que, pese a que es harto conocido
dentro de la criminología española, tenía muchas ganas de hacer ya que considero que
es sumamente interesante y que no deja indiferente a nadie, por más que se escuche o se estudie.
Y, lamentablemente, no nos estamos refiriendo a un caso que implique el asesinato de una,
dos o tres personas. Nos estamos adentrando en la historia de Manuel Delgado Villegas,
el arropiero, el que es considerado hasta la fecha como el mayor asesino en serie que
ha visto España. Y esperemos que continúe así, porque que otra persona se llevara el título
implicaría una masacre aún mayor que la que se vivió en los años sesenta con este hombre.
48 personas, que se sepa, porque quizá fueron más, son las víctimas contabilizadas que sucumbieron
bajo la ira del arropiero, un hombre sanguinario, lleno de odio y sin escrúpulos, que, allá por
donde pisaba, arrasaba con todo dejando un reguero de sangre y cadáveres. Si lo recordáis, ya os
hablé de él en una ocasión y os prometí traerlo al podcast en algún momento. Fue en el episodio
15, cuando tratamos el caso del Mataviejas de Santander, José Antonio Rodríguez Vega.
Este criminal, que terminó sus días pasando de una cárcel a otra hasta completar un circuito de
once en total antes de ser asesinado, coincidió durante su estancia en la cárcel de Carabanchel
con el arropiero, con el que pujaba entre barrotes para ver quién había sido más
cruel con sus crímenes, estableciendo así una macabra competición y rivalidad entre ambos.
Y sí, sin duda el Mataviejas.
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