Evitar la fatiga: consejos que te ayudarán a sentirte más enérgico 6z274v

Bienvenidos y bienvenidas a los podcast de tu equilibrio y bienestar, consejos sencillos para una vida equilibrada.

Hoy hablamos con el farmacéutico José Manuel García sobre cómo evitar la fatiga, desde lo que desayunamos, cómo dormimos o si nos hidratamos bien, hasta cómo nos movemos o el estrés que acumulamos sin darnos cuenta.

Todo suma o todo resta energía.

Y por suerte, hay trucos y hábitos sencillos que pueden marcar una diferencia enorme.

Hoy tenemos con nosotros a José Manuel García, farmacéutico, nutricionista y formación de Laboratorio Gel España, que nos va a dar de forma clara consejos y ejemplos para que apliquemos a nuestro día a día.

Para empezar, ¿por qué sentimos fatiga aunque aparentemente estemos sanos? Buena pregunta.

Y la verdad es que estar sanos no siempre significa que todo esté funcionando al 100%.

Muchas veces la fatiga viene por cosas que no vemos fácilmente, como el estrés, dormir mal, alimentarnos sin esos nutrientes adecuados o simplemente movernos poco.

Aunque no haya una enfermedad concreta, nuestro cuerpo se resiente.

Es como una especie de batería que se va descargando sin darnos cuenta.

¿La buena noticia? Bueno, pues que detectamos las pequeñas cosas, podemos recuperar bastante energía haciendo cambios simples en nuestro día a día.

¿Y qué podríamos hacer al despertarnos para empezar el día con más energía? Lo primero, no salir de la cama como si sonara una alarma de incendios.

Si puedes, tómate un par de minutos para estirarte, respirar profundo y activar el cuerpo poco a poco.

Eso ya da un aviso al cerebro de, venga, vamos arrancando.

Después, la luz natural es clave.

Abrir la ventana o salir un momento a la calle ayuda a regular los ritmos circadianos, nuestro reloj interno, y mejora el estado de alarma.

Y algo que mucha gente olvida es el hecho de hidratarse.

Después de 7-8 horas sin beber, pues lógicamente el cuerpo necesita agua.

Un vaso de agua al levantarse ayuda a activar el metabolismo.

Y si a eso le sumas pues un desayuno equilibrado, es decir, proteína, hidratos complejos, fruta, y si puedes algo de movimiento suave como caminar o estiramientos, pues ya tienes una combinación ideal para arrancar con más vitalidad.

Nos has comentado el tema del desayuno, entiendo que la alimentación es muy importante.

¿Qué alimentos nos dan energía de verdad y cuáles podrías decir que nos la quitan sin que lo sepamos? Pues los que nos dan energía sostenida son aquellos que no provocan subidas y bajadas bruscas de azúcar en sangre.

Por ejemplo, las frutas enteras, frutos secos, huevos, legumbres, verduras de hoja verde, cereales integrales.

Y por otro lado los que nos quitan son los falsos amigos, es decir, la bollería, azúcar refinado, refrescos, pan blanco.

¿Por qué? Pues porque estos te dan un subidón y una caída rápida.

Y realmente lo que queremos es energía constante, en una montaña rusa.

Lo mismo con el exceso de café.

Un par de tazas está bien, pero pasarse puede generar más cansancio y sentirte más nervioso.

Y ojo con saltarse comidas o hacer dietas muy restrictivas, porque el cuerpo entra en un modo ahorro y lógicamente vas a sentirte sin fuerzas.

Es decir, comer bien, variar y regular va a ser clave para rendir durante todo el día.

Hablando de la alimentación, con la alimentación van implícitas las vitaminas y los minerales, entonces ¿qué papel juegan estos en la fatiga? Un papel clave, un papel fundamental.

Las vitaminas y los minerales son como las herramientas que usa el cuerpo para producir energía.

Si faltan, pues el motor sigue, pero va forzado.

Por ejemplo, las vitaminas del grupo B, como la B12 o la B6, son claves en el metabolismo energético, el que te aporta energía.

Si hay déficit, pues vas a sentirte lento, sin chispa.

El hierro, por otro lado, es necesario para transportar el oxígeno y si te falta, pues el cansancio va a ser brutal, incluso aunque duermas bien.

El magnesio, pues ayuda a relajar los músculos y a regular el sintema nervioso.

Su carencia, pues puede darse esa sensación de agotamiento constante o incluso calambres.

Y luego pues están el zinc, la vitamina D, el ácido fólico, todos ellos tienen su papel en que el cuerpo funcione con normalidad.

Si no tenemos un buen aporte de ellas, pues vamos tirando, pero con el freno de mano puesto.

Por eso una dieta variada, si hace falta un suplemento, siempre bien pautado, puede marcar la diferencia en cómo te sientes.

Hemos hablado ya de la alimentación, las vitaminas, minerales, pero ¿qué otros hábitos de vida nos pueden ayudar a mantener la energía durante el día? Pues mira, hay varios que son sencillos, pero muy potentes si los haces con regularidad.

Lo primero es el sueño de calidad, no solo dormir horas, sino dormirlas bien, en horarios regulares, en un entorno tranquilo, sin pantalla justo antes de ir al descanso, es decir, es el cargador natural de nuestro cuerpo.

Otros hay que moverse, no hace falta ir al gimnasio dos horas al día, con caminar, subir escaleras o hacer algo de actividad ligera que te guste, como bailar por ejemplo, ya mejoras la circulación y oxigenas el cuerpo, y eso lógicamente da energía, aunque parezca lo contrario.

Comer bien y de forma regular, por supuesto, evitar los picos de azúcar, no saltarse a las comidas y mantener el cuerpo siempre bien nutrido durante el día.