Óliver Laxe, una rave en el fin del mundo (CARNE CRUDA #1524) 3r4715

¿Conoces a esta chica? Muy alto, barba, pelo largo.

¿Es de por aquí? Nació en París, pero nunca fue del todo francés.

No entiendo.

Se crió en Galicia, pero nunca fue solo gallego.

Sigo sin entender.

A ver, es hija de emigrantes.

Ha vivido entre mundos y fronteras.

Ah, es un nómada como nosotros.

Sí, nómada y cineasta.

Vivió en Barcelona, donde estudió cine, y luego doce años en Tánger, donde fundó una escuela y allí empezó a hacer pelis.

¿Qué pelis? Todos vos sois capitán, por la que le dieron un premio en Cannes.

Y encima ganar un premio, ¿no? O sea, estoy muy feliz.

Y luego más premios y más películas.

Mimosas, O que Arde.

Amador core.

Este es el pirómano.

Sí, es este.

Y ahora, Sirat, que es la película por la que le estoy buscando.

Ah, ¿pero tú hablas de ese chico que nos rodó bailando aquí, en el desierto de Marruecos? Sí, el mismo, el mismo.

¿Lo conoces? Sí, volvió a Cannes, le dieron un premio, ¿no? Ya, sí, sí, sí.

El primero que recibió un español en mucho tiempo, pero...

¿La has visto? ¿La has visto? Tranquilo, no te estreses.

Aquí hemos venido a bailar, a escapar, a perdernos, en la rave del fin del mundo.

Porque el mundo se está acabando.

El fin del mundo ha empezado hace mucho tiempo.

Y nosotros solo podemos huir moviendo nuestros cuerpos.

¿Pero sabes cómo puedo encontrarte? Ven conmigo.

¿A dónde vamos? A recorrer el Sirat, el camino entre el cielo y el infierno.

Un camino más delgado que el pelo de un camello y más afilado que una cuchilla.

¡Oliver! ¡Oliver! Oliver, por fin te encuentro.

Aquí estoy.

Me ha costado, ¿eh? ¿Qué haces aquí, en mitad del desierto? Pues nada, me gusta mucho el desierto, ¿no? Que yo soy una persona muy distraída, como todas, pero aquí en el desierto uno no se puede esconder de uno mismo.

Claro, uno se encuentra más que nunca cuando está solo en esta inmensidad.

Sí, sí, se dice que el desierto te da quitando.

Ajá.

¿Y eso es lo que has querido tú hacer con la película? Sí, sí, o sea, la peli habla un poco de esto, ¿no? O evoca esto, ¿no? Cómo la vida te da cuando te quita, cuando te pone a prueba, ¿no? Como, bueno, al final, aunque se exprese de manera dura, es por tu bien.

Sí, ¿qué crees que te da cuando te quita la vida? Pues te hace crecer, te hace entender cosas de ti, te hace mirar adentro.

Por ejemplo, ¿a ti qué te ha hecho comprender las cosas que te ha quitado la vida? Pues sí, o sea, momentos en los que no estaba, digamos, en mi camino.

Al principio de mi vida te susurra cosas, ¿no? Te dice, ¡eh! ¿Dónde estás? Estoy aquí, hazme caso.

Y poco a poco, cuando no haces el trabajo, pues te agita con más fuerza, ¿no? Te abofetea con más dureza, pero siempre de manera benéfica, ¿no? O sea, ¿tú aprendes también de los dolores, de las caídas, de las rupturas? Pues mira, fíjate, esta peli la he hecho un poco en crisis.

Yo venía de un divorcio.

Y bueno, yo creo que todos, tú también, como periodista, también Violeta, estoy seguro.

O sea, estamos siempre buscando el sentido, ¿no? Estamos verdaderamente, yo quiero ser periodista.

¿Estoy haciendo bien con la carne cruda o estoy cansado o no? O sea, sí o no.

Mira, Oliver definiendo Luna es nuestro.

Y bueno, pues a mí me pasa como cineasta también.

Y bueno, pues eso.

Ha sido, precisamente, rodar esta peli en un estado de hacerme las preguntas que hay que hacerse, pues fue una… esas benditas bofetadas de la vida, ¿no? Un poco.

¿Cuáles son las preguntas que hay que hacerse? Pues si estoy creciendo o si me estoy degradando, ¿no? Yo creo que no hay… o sea, o subes o bajas como ser humano.

No hay término medio, ¿no? Si no haces nada… o sea, no hacer nada, no trabajar, no es un trabajo.