¿Puede el silencio ser una venganza? i4b3d

Hola, bienvenido a un nuevo capítulo de cómo resolver tus problemas de pareja.

Si quieres comenzar una relación, mejorar las cosas con tu pareja actual o si lo que quieres es pasar página, aquí vas a encontrar los mejores consejos.

Estás escuchando en Emocioteca.com a Mercedes Cobo.

¿Alguna vez has pensado en el silencio como un castigo? Hoy vamos a explorar el silencio que, lejos de ser un descanso, se convierte en una forma de venganza que hiere y que destruye lentamente la relación de pareja.

Muchas veces, después de una discusión o cuando estamos enfadados o frustrados, creemos que callar nos protege, pero detrás de ese silencio suele haber un castigo que deja heridas más profundas que cualquier palabra.

Quiero que escuches con atención porque quizás te reconozcas o reconozcas a alguien cercano a ti en estas dinámicas donde el silencio deja de ser un espacio de reflexión y se convierte en un arma para hacer daño.

En concreto, cuando estamos en pareja, pensamos que dejar de hablarle al otro después de una discusión o cuando nos frustramos es solo una manera de darnos nuestro tiempo.

Pero seamos sinceros, en realidad lo que queremos en el fondo, la mayoría de las veces, es que el otro sufra, sí, sí, y sienta nuestro mismo dolor.

Al hacer esto, estamos usando el silencio como una forma de venganza pasiva para herir a nuestra pareja emocionalmente.

No lo reconocemos y, además, solemos justificarlo como si tuviéramos derecho a devolvérsela.

Convencidos, convencidas de que es justo que la otra persona sufra lo mismo que nosotros.

Aquí es donde nuestro ego y nuestro orgullo herido toman el control.

Alimentamos en nuestra mente la idea de que somos unas víctimas y, por tanto, estamos en nuestro derecho de castigar.

Como ves, nos volvemos tremendamente egocéntricos al pensar que solo importa nuestra herida, lo nuestro.

Bueno, en lugar de reconocer nuestro dolor y expresarlo con la mayor empatía posible, nos nos escudamos en el silencio por miedo a sentirnos vulnerables y que el otro vea esa vulnerabilidad.

¡Menuda vergüenza por Dios! Preferimos seguir con la ilusión de que nuestra pareja debe pagar por lo que nos hizo.

A veces nos escudamos en las faltas de respeto que percibimos que nos ha hecho nuestra pareja y las utilizamos como si fueran un justificante para poder castigarle, para poder castigarla.

Pero lo cierto es que con esta actitud solo reforzamos el ciclo del resentimiento y provocamos una mayor desconexión.

Bueno, antes de continuar con este tema tan interesante, te recuerdo que cuentas con tu consulta telefónica gratuita.

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No te olvides.

La opinión de los expertos es que esta venganza pasiva es una forma de manipulación y control que puede generar ansiedad y culpa y que, sin lugar a dudas, deteriora la relación.

Otros la describen como la ley del hielo, que habrás oído hablar de ella.

O sea, un comportamiento pasivo o agresivo que causa muchísimos y profundos daños emocionales.

No lo olvidemos.

El silencio como venganza daña la autoestima y puede ser una forma de abuso emocional.

Incluso podríamos hablar de violencia emocional, silenciosa, que perpetúa la desconexión y hace sentir al otro muy culpable y muy impotente y desconcertado, desconcertada.

Bueno, fíjate que incluso este silencio se puede convertir en un patrón repetitivo.

¿Cuándo sucede esto? Pues si la persona que lo ejerce lo hace porque cada vez se siente más manipulada o forzada a cosas que no quiere dentro de la relación.

A ver, que esto...