Roma se hizo grande, pero poco a poco XV. El Cuestor 5t462r

¿Te apasiona la historia de la Antigua Roma? Sumérgete en el pasado y viaja a la época de los emperadores, los gladiadores, los esclavos, los hombres y las mujeres.

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¡Bienvenidas, bienvenidos a Lignum en Roma! ¡Bienvenidas, bienvenidos amigos del Mediterráneo! ¡Salvete, Lignum maniacos! Hoy hablaremos de la última magistratura.

En este caso hablaremos del cuestor.

Ya hemos hablado en Roma se hizo grande, pero poco a poco, esta sección de Lignum en Roma.

Hemos hablado del cónsul en el audio 14.

Hemos hablado del pretor en el audio 11.

Y hemos hablado del edil en el audio 10 de esta sección.

Ahora hablaremos del cuestor.

La última magistratura y la primera que tenían que obtener los ciudadanos romanos de pleno derecho para poder alcanzar el cursus honorum.

Según parece, las fuentes nos indican que esta magistratura aparecería después de la publicación de la llamada Ley de las Doce Tablas.

Se habrían creado dos cuestores para la istración de los caudales del Estado, el Aerarium Populi Romano.

En un principio fueron nombrados por los propios cónsules y ejercían funciones económicas y eran, por así decirlo, empleados auxiliares dependientes del consulado.

Poco más tarde, los cónsules decidieron que su elección fuera a través de las asambleas.

Las asambleas en este caso de las tribus.

También se crearon dos tipos de cuestores en este principio.

Los cuestores, dijéramos así, urbanos y, evidentemente, tan importante en aquella época el mundo militar, cuestores militares.

Así ya, durante la mitad del siglo III a.C., la cuestura se transformó en una magistratura normal y autónoma, pasando a constituir el primer grado, primus gradus, en la progresiva y ascendente carrera política, el cursus honorum.

Como todo en Roma se va adaptando y se sabe que en el 267 a.C.

Ya había ocho cuestores.

Roma con el tiempo, evidentemente, fue creciendo y el control de las finanzas del Estado en las provincias también era importante.

No se podía permitir que los gobernadores, por decirlo de alguna manera, metieran la mano en la caja.

Así que en la época de Sila ya había 20 cuestores.

Y dicen que durante el mandato de César, el número se elevó a 40.

La istración del Estado, por así llamarlo romano, era cada vez más compleja y, evidentemente, necesitaba más manos para ser controlada.

Así pues, la cuestura, según iba avanzando la república, se configuró como una magistratura sin imperio.

No podía mandar, por ejemplo, ejército.

Era menor y por eso era elegida por las asambleas de la tribu.

Las magistraturas superiores las elegía la asamblea centuriada y era, además, ordinaria y permanente.

Sus atribuciones fueron de naturaleza principalmente económica, tanto en el campo civil como en el militar.

Los cuestores urbanos istraban y controlaban la caja estatal del gobierno.