Capítulo 12 - La visita inesperada g1n9

Estás escuchando los relatos de Bantia. Y yo, yo soy Bantia Lossack.

Bueno, parece que esto avanza. La verdad es que estoy empecinada en continuar, bueno, sobre todo terminar esta segunda temporada de los relatos de Bantia. La verdad la había abandonado, como habrás notado. Y bueno, siempre cuesta encontrar momentos para seguir, pero ahora, bueno, parece que tengo más espacios y le estoy dando un impulso. También a otra novela que estoy, bueno, novela, historia, compendio de experiencias, que esa quiero compartírtela poquito a poco.

Ahora la estoy corrigiendo. Y bueno, no quiero prometer nada porque, bueno, porque ya he prometido mucho que no he conseguido hacer, sobre todo con esta temporada. Pero bueno, ahí está, ahí está. Es un trabajo que también me hace, me apetece mucho compartir contigo. Es un compendio de polvos que he tenido y nada, los quiero, los quiero compartir contigo. Son los mejores o los que tengo algún recuerdo.

Y nada, no ha terminado, pero sí me gustaría hacerlo, compartirlos contigo a través de formato libro, poquito a poco, para que los disfrutes. Y bueno, cuando los tenga todo, pues ya publicarlo todo entero, dados como mi correo electrónico, los relatos de Bantia, arroba gmail.com, podrás consultar mi página web bantialousaka.com y bueno, y el podcast, por supuesto, que desde iVoox puedes dejarme comentarios.

Ya sabes que me encanta responderte a todos. Bueno, ¿y qué te parece si ahora continuamos con los relatos de Bantia? Capítulo 12, la visita inesperada. He pensado que quiero convertir la casa del pastor en mi vivienda y en mi estudio. Ya he hablado con los de la constructora, que me ayudaron con Galeana, y empezarán a trabajar en unas semanas. Me dan mucha pereza las obras, pero en este caso, como es un edificio aparte, supongo que no será tan molesto. Tengo muchas ganas de verlo terminado y de empezar a vivir ahí. Tengo muchas ideas para la decoración. Me encantan los nuevos proyectos.

¿Cómo fueron tus vacaciones? Michael no disimuló nada sus deseos de cambiar el rumbo de la conversación. Bueno, pues todavía estoy haciéndome a la idea de que estoy de vuelta. Berta lo ha llevado todo sin problemas. Ella sola. La verdad es que Galeana es muy manejable. No hace falta gran cosa. Solo estar pendiente de los detalles y que todo el mundo esté satisfecho.

Michael esbozó una sonrisa. Bantia evitó su mirada. No sabía por qué estaba allí. Había entendido que no quería saber nada de sus otras actividades en Galeana. Llegó a pensar que quería cortar con ella, pero más bien estaba tranquilo y amigable. Había algo en él que no sabía qué era. Me asusté un poco.

Siento haberme ido tan de repente, Bantia. Adoraba el modo en que Michael pronunciaba su nombre. Nunca se lo había dicho, pero era como si lo supiera, porque no paraba de salir de su boca.

También has vuelto muy de repente. ¿Qué quieres? Quiero hablar contigo, estar contigo. Quiero hablar contigo.