
Día del Árbol: entre el discurso, la destrucción y la defensa del bosque. s4r1n
Descripción de Día del Árbol: entre el discurso, la destrucción y la defensa del bosque. u27m
Cada 30 de mayo, Honduras conmemora el Día del Árbol. Pero más allá del acto simbólico de plantar un árbol, ¿qué sabemos sobre la realidad de nuestros bosques? En este episodio exploramos el origen de la fecha, la alarmante situación ecológica en Latinoamérica, y el caso crítico de Honduras, donde el fuego, la tala ilegal y el abandono estatal amenazan con reducir nuestros pulmones verdes a cenizas. Con ejemplos reales, datos históricos y una reflexión personal, esta es una invitación a ir más allá del discurso… y a tomar partido en la defensa de la vida. 4k182z
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenidos a Galeras, Historias y Anécdotas, un espacio donde exploramos los caminos de la historia, la sociedad y la memoria. Soy Daniel Navarro, licenciado en Historia y hoy hablaremos de algo tan especial como a veces ignorado, los árboles. Y no, no será un discurso tradicional sobre plantar un arbolito. Hoy vamos a profundizar sobre el día del árbol, celebrado cada 30 de mayo en Honduras. ¿Qué representa realmente esta fecha? ¿Cuánto hemos perdido y qué estamos haciendo o dejando de hacer para proteger nuestros bosques? Vamos a recorrer la historia de esta conmemoración, analizar la crisis ambiental en América Latina y ver de cerca la situación en nuestro país, donde la tala ilegal, los incendios y la ambición han convertido al verde en un color cada vez más escaso.
Prepárense para un viaje entre raíces, ramas, discursos y realidades. Aunque suene moderno, el día del árbol tiene más de un siglo de existencia. Fue en 1872 cuando en Estados Unidos, especialmente en Nebraska, se organizó el primer Tree Day, una jornada para fomentar la plantación de árboles en una zona que sufría deforestación severa.
La idea fue tan poderosa que se extendió por todo el mundo. En Latinoamérica, países como México, Chile y Perú adoptaron celebraciones similares en el siglo XX. En Honduras, el día del árbol se estableció oficialmente por decreto legislativo en la década de 1920 y desde entonces se conmemora cada 30 de mayo. Impulsado por instituciones educativas y algunas iniciativas cívicas, sin embargo, en muchos casos, la ceremonia ha quedado en el acto simbólico, plantar un árbol, tomar una foto y seguir con la vida. ¿Pero qué pasa mientras tanto con nuestros bosques? América Latina alberga alrededor del 50% de los bosques tropicales del mundo, pero también lidera las tasas de deforestación.
Según datos de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en la última década se han perdido más de 4.5 millones de hectáreas de bosque por año en la región. Es como si cada 12 meses desapareciera un país del tamaño de Costa Rica, cubierto por árboles. Brasil y Bolivia figuran entre los más afectados, pero Centroamérica no se queda atrás.
Las causas son múltiples, explotación agrícola, ganadería, minería, proyectos de infraestructura y más recientemente el crimen organizado que utiliza áreas protegidas para el narcotráfico y el lavado de activos. Este fenómeno tiene un nombre, narcotráfico verde. En Honduras ya no es extraño que zonas reforestadas aparezcan quemadas para ser utilizadas como pistas clandestinas o criaderos de ganado.
Honduras ha perdido cerca del 30% de su cobertura forestal en los últimos 25 años, según el Instituto de Conservación Forestal, ICF. El problema no es nuevo, pero se ha intensificado.
Los incendios forestales en su mayoría provocados arrasan con miles de hectáreas cada año.
En el 2023 se reportaron más de 1,300 incendios, afectando unas 140,000 hectáreas de bosque.
La tala ilegal es muy alta.
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