La Era del 600 2025-05-08 4a3x1h

¡Vamos! ¡Qué alegría, que todo se va a poder! No importa que te llamen domingueros, airados los taxistas al pasar.

Mañana es fiesta inorrecuperable, ha de lucir un sol primaveral.

San Marcos vuelve en la televisión, milagroso un infarto curará.

Atentos al pronóstico del tiempo, aguacero, chubasco temporal.

Saludos cordiales de quienes semana tras semana llevan a sus receptores la era del Sesiento.

Un equipo conformado por Cristian Santana en el control técnico y aquí, en los comentarios y en la selección musical, estamos Pepe Oribe.

Hola, buenas tardes.

Y Manolo Concesión.

Bueno, y en este caso, en esta ocasión, les vamos a contar la historia de un joven músico y cantante madrileño, permanente buscador de nuevas fórmulas artísticas en su carrera tanto de solista como de miembro de varios conjuntos, algunos de ellos de la relevancia de Varón Rojo.

José Luis Campuzano Feito, nacido en Madrid en el año 1950, cuyo nombre artístico fue el de Zepa.

Estudió formación profesional en la rama de Metarugia, en la institución sindical Virgen de la Paloma.

Siempre inquieto, cursó asimismo Bellas Artes en la Escuela de la Palma, animado por su inclinación hacia el dibujo publicitario.

Más tarde, coincidiendo con su dedicación profesional a la música, pasaría al conservatorio donde estudió solfeo y tres años de contrabajo sinfónico.

José Luis siempre quiso cantar.

Desde su más tierna infancia, la aparición de los Beatles fue para él su mayor descubrimiento.

Él recordaba la aparición de los Beatles en España de la siguiente manera.

Cuando los Beatles vinieron a actuar a España en el verano de 1965, me llevé un gran disgusto.

Me fue imposible adquirir una entrada.

Costaba 400 pesetas, que era una cantidad prohibitiva para mí y para muchos jóvenes de la época.

No obstante, me acerqué hasta los alrededores de la Plaza de Toros Monumental de Madrid y tuve al menos la suerte de verlos entrar.

No he olvidado aquel mágico momento.

Otro acontecimiento de la época fue, algo después, la presentación de Los Kings en una sala de la madrileña Plaza de Tirso de Molina, conocida como La Yulia.

Para nuestro invitado de hoy fue otra inmejorable ocasión para vibrar con la música de su vida, aquella que venía etiquetada desde el Imperio Británico como el mar del sonido Liverpool.

Y desde las cálidas y lejanas tierras americanas y de California, José Luis Campuzano recogía otro sonido, otras voces llenas de evocación, playera, las de los B-Boy.

Ellos eran los ídolos del futuro Serpa mediada la década de los sesenta y hasta la frontera de los setenta.

Por entonces a José Luis le salió un trabajo en el País Vasco a los dieciocho años, donde permaneció hasta los veinticinco en aquellas tierras, con esporádicas visitas a Madrid.

Es en ese período en el que alterna su ocupación en la compañía telefónica como mecánico de equipo responsable del mantenimiento de centrales de teléfonos con su faceta de músico y cantante.

Perteneció en esa época, durante una temporada, a la orquesta Los Cisnes, radicada en Alsazua.

Una buena formación con preponderancia de metales que llevaba un buen repertorio del grupo Chicago y hacía versiones de éxitos de los pop tops.

Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org