
La niña que no era niña: el perturbador caso de Barbora Škrlová 4i145
Descripción de La niña que no era niña: el perturbador caso de Barbora Škrlová 3j133t
Barbora Škrlová se hizo pasar por una niña de 13 años… pero tenía más de 30. Lo que parecía una historia de suplantación inocente escondía uno de los casos más escalofriantes de abuso, manipulación y sectas en Europa del Este. Este caso ocurrió en la República Checa y todavía hoy deja helado a cualquiera que lo escucha. 6y3k4i
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
¡Bienvenidos, bienvenidas al Archivo de María! ¡Bien! Hoy vamos a hablar de Bárbara Escarlova, una chica normal, o al menos eso parecía al principio.
Su historia, sin embargo, se convirtió en un auténtico torbellino de misterio, tragedia y preguntas sin respuesta.
Todo empezó en un pequeño pueblo donde nadie se esperaba que algo así pudiera pasar.
Lo que al principio parecía un simple caso de desaparición, poco a poco fue revelando cosas muy oscuras, con giros que dejaron a todo el mundo boquiabierto.
Esta es la historia de cómo una vida que prometía mucho terminó envuelta en sospechas, secretos y una investigación que levantó más que una ampolla en la comunidad.
Preparaos, porque lo que ocurrió con Bárbara no es una historia cualquiera y todavía hoy muchos siguen sin entender qué pasó realmente.
Este es el caso de Bárbara Escarlova.
¡Empezamos! Nos vamos a Kujim en la República Checa, el 7 de mayo de 2007.
Una pareja joven decidió instalar una cámara para vigilar el cuarto de su bebé, pero justo cuando la colocaron el monitor empezó a dar problemas.
No mostraba la habitación del niño, sino que había captado la señal de otra habitación.
Al principio pensaron que sería alguna interferencia o que la cámara estaba pillando la señal de un televisor con alguna película de miedo.
Así que apagaron el monitor sin darle más vueltas.
Pero tres días después, cuando lo volvieron a encender, lo que vieron les heló la sangre.
En la pantalla aparecían mujeres con dos niños encerrados en una jaula y parecía que estaban en medio de un extraño ritual.
Asustados y sin saber qué hacer, decidieron grabar esas imágenes para tener pruebas.
Al fijarse bien, se dieron cuenta de que aquello no era ninguna película.
La señal que venía era de la casa de sus vecinas.
Sin perder tiempo, el vecino llamó a la policía y les explicó lo que había captado La policía le pidió que se calmara y que esperara, que ya iban en camino.
Pocos minutos después, llegaron y tras revisar la grabación se dirigieron a la casa de las vecinas.
En un principio, todo parecía normal.
Pero cuando intentaron entrar en el sótano, las dos hermanas que vivían allí se plantaron delante de la puerta para impedir que la policía entrara.
Ante esa actitud, las esposaron y las metieron en un coche patrulla.
Entonces rompieron la cerradura en el sótano, donde les esperaba una escena terrorífica.
El olor era insoportable.
El suelo estaba pegajoso y las paredes tenían manchas de sangre seca.
Al fondo había una jaula con dos niños dentro.
Ambos tenían heridas brutales.
Tenían la piel dañada y algunas partes del cuerpo prácticamente sin carne.
La policía, vamos, podéis imaginar la imagen que se les quedó.
Al lado de la jaula había una niña sujetando un peluche. Cuando vio a los agentes corrió a abrazar a uno de ellos llorando, pidiéndole que la salvara.
Contó que su madre y su tía les habían maltratado a ella y a sus hermanos.
Se llamaba Anika, tenía sólo 13 años y explicó que hacía meses había sido adoptada por Clara, una de las mujeres arrestadas. Sus hermanos eran Ondrej, de 8 años, y Jakub, de 10.
Los policías la sacaron rápidamente de aquel horror.
Al intentar abrir la jaula rompiendo los candados, Anika salió corriendo a la calle y desapareció.
Sus dos hermanos fueron llevados de urgencia al hospital, donde su estado era bastante grave.
Al registrar el sótano, los agentes encontraron documentos que identificaban a las sospechosas y que ayudarían a esclarecer lo ocurrido.
Las dos mujeres arrestadas eran Clara Mayrova y su hermana Katerina Mayrova.
Al registrar el sótano, también encontraron documentos de una tercera persona.
Resultó ser una mujer de 33 años que, de manera extraña, se parecía mucho a la niña que acababa de salir por la puerta principal con su osito de peluche.
Lo que estaban a punto de descubrir fue aterrador. Esa niña que dejaron escapar no era una niña, sino Bárbara Escarlova.
Y ojo, porque no tenía 13 años.
Como había dicho Anika, sino que ocultaba un secreto muy oscuro. Bárbara sufría hipopituarismo.
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