¿Qué es la Ciencia abierta? - Café con OfiLibre 195a58

Muy bien, pues aquí estamos un día más, Jesús. ¿Qué vamos a hacer hoy sin flores? Madre mía, ¿quién va a hacer ahí los gestos de flores? Venga, tú ya los haces muy bien también.

Bueno, pues muy buenos días. Bienvenidos una vez más a los Cafés de Off y Libre, este espacio donde hablamos de ciencia abierta, hablamos de conocimiento libre, y hoy tenemos un tema que no sólo está en boca de todos, sino que también está cambiando la forma de entender la investigación científica del conocimiento, que es la ciencia abierta. Así que, Jesús, ¿qué me cuentas de…? ¡Qué bien lees los guiones! ¡Qué bien los interpretas! Yo no sé hacer esas cosas.

Pues sí, vamos a hablar de ciencia abierta. Y bueno, pues la ciencia abierta desde algún punto de vista implica como que hubiera una ciencia cerrada. Por eso parece que la quisiéramos abrir. Y en el fondo lo que ocurre es que desde hace unos años, desde que tenemos herramientas digitales sobre todo, pues como que se podrían hacer muchas cosas en el proceso de investigación científica, que sin embargo no siempre estamos haciendo.

La más conocida es la de la publicación. Seguimos publicando en revistas, que en muchos casos están cerradas, solamente iten que los suscriptores puedan leerlas, a veces son muy caras. Por otro lado, últimamente sabéis que incluso estamos pagando por editar, por script, perdón, porque nos publiquen en esas revistas en realidad.

Hacemos transferencias a copyright, con lo cual ya dejamos de ser autores. Toda esa parte de la publicación abierta es la más conocida, pero hay muchas otras dimensiones. La idea principal de la ciencia abierta es poder trabajar en colaboración dentro del mundo científico. El mundo científico sabes que es muy competitivo, pero en el fondo, desde el punto de vista sistémico, lo que se espera es que todos colaboremos para avanzar el conocimiento. O sea que digamos que la diferencia fundamental de ese modelo tradicional, del siglo XI, del siglo XX, de que hablamos cuando hablamos de ciencia, es que esta es una ciencia más abierta, más colaborativa, en el que sí cambian conceptos importantes.

Fíjate, yo te diría que ni siquiera es que estemos… Parece que es como moderna, pero… Claro, a eso iba. Que ni siquiera es que sea una cosa nueva, sino que cuando miras un poco cómo empezó el modelo de investigación científica y cómo empezaron las sociedades científicas, por ejemplo, de los siglos XVIII y XIX, su objetivo era justamente que los científicos colaboraran.

Que alguien viniera y pudiera dar una charla y contar lo que había descubierto, que lo pusieran en una revista que circulaba por toda Europa, y date cuenta con la tecnología de la época. O sea, esa revista iba, por ejemplo, a los humos de caballo, de mula, por media Europa, hasta que llegaban no sé dónde, saliendo el correo postal.

Cuando había que dar una charla, la daban, obviamente, presencialmente, en la videoconferencia. Querías ir a no sé quién, tenías que ir a Londres o a París, a donde fuera que hablara, y la gente se escribía cartas, y hay un montón de cartas de científicos, por ejemplo, del siglo XIX, hablando de sus cosas, por toda Europa.

Ahora resulta que tenemos herramientas para hacer todo eso de una forma muchísimo mejor, de forma inmediata, de forma prácticamente gratuita, por todo el planeta, y no hemos cambiado en realidad mucho de forma de trabajar. Seguimos trabajando desde ciertos puntos de vista, como en el siglo XIX casi. Y cuando hablas de herramientas te refieres a la digitalización. Es, digamos, el principio, el comienzo en el que podía darse ese cambio.

Y todas las herramientas que permiten a partir de ahí. Por ejemplo, desde que tenemos herramientas de edición colaborativa, desde que tenemos videoconferencia, desde que tenemos la posibilidad de dejar cualquier documento en internet y que se ve, no hay ningún motivo para que los grupos tengan que estar físicamente en el mismo sitio. Sin embargo, en la mayoría de las disciplinas seguimos trabajando en grupos centrados en una institución. Y hay, por supuesto, colaboración con otros sitios, pero no es la forma normal, entre comillas, de trabajar.

No hay una persona que de repente encuentra no sé quién en otra parte y se pone a escribir. En algunas disciplinas sí, y de hecho, pues sabes que, por ejemplo, en física a veces se juntan decenas, centenas, hasta millares en algún caso de gente para hacer un experimento. Hay el copón de estos que buscan la partícula de no sé qué. Eso me cuenta mi hijo. Y ves un artículo firmado por cientos de personas. Y claro, esa es en realidad lo que queremos hacer.

Poder encontrar formas en las que grupos, no necesariamente muy grandes, depende de la disciplina, pero grupos en general, de gente repartida por todo el mundo, colaboren porque es la gente más adecuada para trabajar en eso. Y que además puedas colaborar de formas en las que ni siquiera tengas que estar, digamos, en el ajo directamente, porque muchas veces te basta con ver que está haciendo otro grupo, cómo va progresando y tal, para engancharte ahí y coger una esquina que ellos por lo que sea no han investigado y ponerte tú, cambiar un poco el método, no sé qué. Pero todavía estamos empezando a hacer esas cosas.

Tenemos las herramientas y todavía estamos empezando a hacer esas cosas. Es como si la ciencia se quisiera quitar esos cerrojos que siempre ha tenido, que parecía que era como... bueno, de hecho estaba en las sociedades del conocimiento, pero en una cosa abierta. Y de repente la ciencia abierta nos permite eso, ¿no? Abrir un poco y abrir desde la colaboración. Y desde ese punto de vista también está la propia involucración con la sociedad, que al final es quien nos paga y quien necesita los resultados de las cosas que hacemos. Por supuesto, hay ciencias más grandes.