Software Libre, por qué es importante en la universidad - Café con OfiLibre 1x5132

Pues nada, un día más. Bienvenidos, bienvenidas a otro nuevo episodio de Café Conofilibre.

Hoy hemos perdido ese toque argentino, pero bueno, como tenemos este compromiso de hablar todos los miércoles de ciencia abierta y de cultura libre, pues bueno, yo creo que hoy tocaba también hablar de un tema que hacía tiempo que queríamos hablar. ¿Y de qué toca hoy, Ander? Pues hoy toca hablar de software libre, un tema que no siempre se entiende bien, pero que yo creo que es muy importante, y además hablar de software libre en la universidad. Pues como estamos en una universidad no será más fácil, ¿no? Sí, sí, yo creo que sí.

Y yo lo que haría es, Jesús, te propondría hablar un poco como en bloques, es decir, pues bloques, bueno, un ligero recordatorio. ¿Qué es y qué no software libre? Nada, una pincelada. ¿Qué implicaciones tiene ese software libre a efectos académicos o en entornos académicos? Y, bueno, ¿qué modelos de software usamos en la universidad? Y, por supuesto, ¿qué responsabilidades tiene o qué implicaciones tiene en la institución? Bueno, si tú te acuerdas de los bloques y los vas introduciendo, me parece que yo ya me he olvidado, según lo has dicho. Solo me he acordado de que empezabas por decir que es software libre. Sí, exactamente.

Y como esa me la sé, pues te lo cuento. Bueno, software libre es un... o programas de ordenador libres, software, programas de ordenador, que podemos usar con ciertas libertades. Y las libertades básicas de las que se habla cuando se habla de software libre son libertad de uso, o sea, que puedes usar el programa como quieras, libertad de análisis y de estudio, o sea, que puedes entender cómo está hecho el programa, y para eso necesitamos ver su código fuente, que es, por así decirlo, los planos del programa, donde se explica, para que lo entendamos los humanos, cómo funciona el programa de ordenador. Después también podemos hacer modificaciones, o sea, podemos cambiarlo, mejorarlo, empeorarlo incluso a veces, pero podemos modificarlo, adaptarlo a lo que nos interesa, etcétera, y podemos redistribuirlo y redistribuir las modificaciones.

O sea, podemos darle a otra gente el programa, tal cual nos ha llegado, o después de haber hecho los cambios. Entonces, cualquier programa que cumple esas condiciones, pues en principio se considera software libre. Y hay definiciones formales y tal que ahora no vamos a hablar. Una de la Free Software Foundation, otra de de OSI, de Open Source Initiative, porque en inglés muchas veces utilizan el término open source, en español a veces se traduce por código fuentes abiertas, open source, que también se oye, y en cualquier caso, aunque hay diferencias pequeñas entre las definiciones, para lo que vamos a hablar ahora podríamos decir que vamos a hablar de software libre, y lo que en inglés se llama Free Software o Open Source Software, y que digamos que para lo que vamos a hablar aquí va a ser la misma cosa.

Vale, muy bien, pues venga, ya más o menos tenemos claro que es un poco software libre.

La siguiente pregunta es entonces, ¿qué sentido tiene enseñar estas herramientas libres en la universidad? O sea, ¿cuáles son las ventajas o qué sentido tiene enseñar con…? Eso lo podemos hacer los dos, porque yo sé que eso te lo sabes también. Yo creo que el principal enfoque, digamos, por el que nos interesa el software libre en la universidad, porque el software al final es conocimiento.

El software es un conocimiento muy especial, es un conocimiento que funciona. Hay gente que le gusta la analogía con las recetas de cocina. El programa es como una receta de cocina, el programa de ordenador. Lo que ocurre es que tenemos una máquina mágica, que tú le metes la receta de cocina dentro y te lo saca tal cual. Es como una Thermomix con esteroides, donde tú le pones el programa y empieza a bailar. Pero el conocimiento está ahí, está en el programa.

Cualquiera que entienda cómo programar y que tenga el código fuente del programa y algún otro documento alrededor, puede entender todo eso, modificarlo, adaptarlo, de forma que, por ejemplo, si te dan una receta de una tortilla española con cebolla, tú puedes decir, no, no, yo la quiero sin cebolla. Coges la receta, quitas la cebolla, la vuelves a la máquina y te sale la tortilla sin cebolla.

Entonces, esa idea de que el software es conocimiento lo mete completamente dentro del ámbito de lo que hacemos en la universidad, donde lo que hacemos es producir conocimiento y transmitir conocimiento. Entonces, si lo vemos desde ese punto de vista, lo queremos hacer con las condiciones del software libre. Para ningún otro tipo de conocimiento del que manejamos en la universidad le ponemos restricciones especiales.

Entonces, el hecho de que el software lo podamos recibir, lo podamos estudiar, lo podamos entender, lo podamos modificar, lo podamos redistribuir a otros, o sea, pasarle ese conocimiento a otra gente, parece como que es la misión básica de la universidad. Entonces, yo creo que desde ese punto de vista, si quieres filosófico, es como mejor encaja dentro de la universidad. No me quiero poner filosófico poético, pero realmente es enseñar con libertad.

O sea, es decir, tú le das ese instrumento de la manera más libre para que, efectivamente, si algo he entendido siempre que es la universidad, es ese lugar donde el espíritu crítico nace. Y para eso, claro, resulta raro que hablemos de construcción del espíritu crítico, pero luego lo hagamos con herramientas que ya parten. Sí, porque además el software cada vez media media más nuestra sociedad, la tecnología en general, y el software es gran parte de esa tecnología, marca lo que podemos y lo que no podemos hacer. Y desde el punto de vista de