Una orden en la oficina… un castigo en mi cama - Audio erótico para mujeres (contenido explicito) 6j4q5n

Acabo de llegar a casa y lo primero que veo es que además de seguir en el trabajo, tienes ganas de jugar. ¿Qué es esa foto en falda? ¿Has levantado la mirada cuando te has hecho esa foto? ¿No te parece un poco arriesgado? Ya sé que acabamos de empezar a vivir aquí, que vamos bien, pero la verdad es que perder un trabajo sería una putada. ¿Has pensado en eso cuando te has sacado esa foto? No, no.

¿Has tenido al menos la decencia de levantar la mirada y, no sé, vigilar que no haya nadie? ¿O se ve que el calor de ese fuego interno sobre el que estás sentada no puede controlarse? ¿Es eso? ¿Tienes ganas de jugar? ¿No tuviste suficiente esta mañana? ¿Me dijiste que te tirase fuerte del pelo mientras follábamos de pie? ¿En serio? ¿No tuviste suficiente cuando te desequilibré toda y te follé ahí de pie, como dos animales? Ya que veo que tienes ganas de jugar.

Aguro que tienes los auriculares. Vamos, sería el puto colmo del descaro que tuvieses el altavoz puesto. Debería pasar cualquiera y ponerte el sello de pervertida, de descarada, ahí encima del escritorio, en un papelito. O que te lo peguen en el pecho y así lo luces bien orgullosa. Al fin y al cabo es lo que te estás ganando. Y ya que tienes tantas ganas de jugar y estás siendo una descarada en el trabajo, a un arriesgo de que te vean, ¿sabes qué odio que te miren? Y además llevas esa falda.

Y ahora que lo pienso, es sábado, sé con quién estás en la oficina. ¿De verdad había la necesidad de ponerse la falda ahí? ¿En serio? Cuando estás con este puto pavo que ya sabemos a lo que va contigo. Que cada vez que te ofrece una cochina, grapa, lo que sea... Yo tengo muy claras intenciones que tiene el puto buitre de mierda. No me quiero imaginar que le das cuerda. No porque me cabrea. En cualquier caso, ya que te pones un poco golfa en el trabajo, ¿por qué no aprietas un poco las piernas? Apriétalas un poco.

Sé que lo estás haciendo, pero aprieta. Aprieta fuerte.

Manténgalo ahí.

Respira. Es importante que respires, cariño. Si no, vas a empezar a sudar. Te van a empezar a entrar los calores. Sácate otra foto. Sácatela ahora. ¿Vale? No te pienso enviar otro mensaje hasta que me la mandes. Quiero que sentada en el escritorio me enseñes las putas bragas. ¿Ya me has oído? Lo espero.

Pero qué descaro. ¿Pero qué es esto? ¿Pero qué es esto? ¿De qué vas? ¿De qué cojones vas? Te juro que no pensé que te atreverías a tanto. Me encanta. ¿Sabes por qué me encanta verte las bragas en ese sitio donde estás ahora? Sé que ese gesto es solo para mí. Sé que estás ya lubricando, que te estás mojando, que esas mismas bragas las vas a traer a casa. Pero eres una descarada.

Y viendo que te gusta, ¿por qué no te sientas contra la mano? Siéntate sobre la mano. Siéntate, no lo pienses, no mires a los lados, no hay nadie. Siéntate en ella. ¿Qué? ¿Qué se siente? ¿Sientes ese calor? Cierra los ojos. Hoy ya los tenías cerrados, guarra. Qué pajera que eres. Imagínate que en vez de tu mano estuvieses en mi regazo y lo que estuvieses sintiendo ahora mismo fuese mi polla creciendo, mi pene palpitante rozando todo tu sexo, toda tu humedad.