200. No somos una calculadora: no cuentes calorías | Álvaro Vargas 92n6p

A comer se aprende con Álvaro Vargas.

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Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo capítulo y muchísimas gracias por estar ahí. Conseguimos los 200 episodios.

Ya estamos aquí. Al final se tardó una semana, pero 200 capítulos.

He calculado más o menos, ya van 4000 minutos, es decir, más de 66 horas hablando de nutrición.

Yo creo que se lo podéis recomendar a amigos, amigas, a familiares, compañeras de trabajo. 66 horas de nutrición, pim, pim, pim, pim, una tras otra.

Muchísimo. Pero bueno, aquí siguen surgiendo temas.

Es cierto que cuando he terminado de escribir el guión de este episodio, no sé si he hablado ya de esto. No lo quiero ni siquiera revisar porque he estado más de una hora haciendo el guión. Así que vamos pa'lante y de algunas cosas habré hablado, de otras Así que está bien. El título es bastante descriptivo.

No cuentes calorías. No somos una calculadora.

Tradicionalmente y seguro que lo has oído en muchísimas ocasiones para perder peso, para adelgazar, pues se nos dice que hay que gastar, que hay que quemar calorías.

Hay que quemar las calorías que comemos, que ingerimos, que con eso sería suficiente para perder peso y mantener un peso estable.

Quemar lo que comemos.

Pero esto es así. Pues no siempre.

Como os digo, nuestro cuerpo no funciona como una calculadora.

Si como 100 calorías y quemo 150, adelgazaré.

Pues no siempre funciona así.

Nuestro organismo es bastante más complejo que eso.

No es una máquina perfecta.

Otra de las frases que hemos oído mil veces.

El cuerpo humano es una máquina perfecta.

No, no es una máquina perfecta, porque si no, no tendríamos tantas patologías y otras muchas series de cosas.

No, no es una máquina perfecta.

Ojalá lo fuera, pero no, no es así.

Cuando se puso de moda esto de contar calorías, ya sabéis que a mí me gusta indagar, hacer un poquito de historia de la nutrición.

Pues el término caloría se acuñó a finales del siglo 20, pero será en los años 80 y 90 del siglo.

Bueno, se acuñó en el siglo finales del siglo 19, perdón, se acuñó a finales del siglo 19, pero será en los años 80 y 90 del siglo 20.

Hace nada, cuando se popularizó mucho el término caloría por el tema del auge de los gimnasios, las dietas en milagros, se empezó a simplificar bastante el término y a lanzar el mensaje de que una caloría entra, una caloría sale, que si una caloría entra la quemamos, una caloría sale.

Pero no es tan simple ni tan sencillo.

Se empezaron a hacer en aquella época comparaciones absurdas del tipo pues si una lata de Coca-Cola tiene 140 calorías y un puñado de almendras tiene las mismas calorías, 140.

Por lo tanto, son son lo mismo.

También se empezó a demonizar a muchísimos alimentos que sabemos hoy que son saludables, pero se empezaron a demonizar todo tipo de alimentos.

Y esto pasa mucho, lo hemos visto ya muchas veces en el podcast, que muchas de las cosas que se hacen en los gimnasios, que se popularizan entre deportistas, al final acaban calando la sociedad en general cuando no se puede aplicar, porque quizá no hacemos la misma cantidad de ejercicios.

También en esa época se demonizaron las grasas, cualquier tipo de grasas, como si todas actuaran igual en nuestro organismo.

De aquella época de los años 80 y 90, que alguna gente quiere romantizar, pero fue una época completamente salvaje desde mi punto de vista, pues muchos de los mitos nutricionales que arrastramos hasta hoy surgieron en los 80 y los 90 del siglo pasado.

Vamos a ver por qué no somos una calculadora.

Pues vamos a ver diferentes iten puntos por los que no podemos decir que nuestro organismo funciona como una máquina, como una calculadora.

Lo primero, nuestro organismo no gasta calorías igual todos los días.

El metabolismo no es una regla fija, no es algo lineal, sería más bien una montaña rusa con subidas, bajadas, looping, vueltas, aunque hagamos las mismas actividades, el mismo ejercicio físico, comamos el mismo número de calorías, el metabolismo no se comporta igual porque le afectan muchísimas cosas, vamos a ir viendo algunas de ellas.

Lo que os digo, no es una máquina, es un organismo vivo, moldeable, influenciable, completamente influenciable.

Bueno, prácticamente como todas las tareas vitales que hacemos a lo largo del día, están influidas por muchísimas cosas que pasan a nuestro alrededor y también dentro de nuestro organismo.

¿Qué influye a nuestro metabolismo? Y te doy un pequeño listado, porque son muchos.