Decisiones que construyen destino: mi camino hacia las ciencias forenses 3i1n2y

Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están? Les doy la bienvenida a este recinto de reflexión.

Mi nombre es Armando Hernández de Arrido, investigador jurídico forense, y hoy quiero hablarte de algo muy importante que todos tenemos, y aunque no siempre lo conozcamos para construir a conciencia, el proyecto de vida y las decisiones que lo van definiendo.

A veces creemos que nuestro proyecto de vida es una meta lejana, un sueño que a simple vista se planifica en un lienzo que con algún útil escritor se pueda emplear. Pero la realidad es otra. El proyecto de vida se escribe con decisiones, convivencias, con giros inesperados.

Hoy voy a compartir algo muy personal. Mi vida cambió radicalmente cuando a mi primer hijo, en paz descanse en su camino al Mitlán, le realizaron de prácticas médicas inadecuadas por algunos pocos malos profesionales médicos, aquellos ángeles de la muerte, que en aquel momento llegué a sentir coraje, impotencia, dolor, pero también una fuerza interna que me obligó a cambiar.

De ahí mi experiencia fue un poco de quiebre, donde decidí dejar de confiar ciegamente en lo establecido por ciertos profesionales de salud y me adentré en los caminos de la erudicción y la investigación, lo que sin darme cuenta estaba construyendo un nuevo proyecto de vida, uno donde el dolor no se convertiría en rencor, sino en un motor de búsqueda por lo justo.

De tal forma es que llegué a las ciencias forenses, jurídicas y médicas, y es gracias a este camino y muchas decisiones difíciles, pero valientes, que tengo el honor de conyugar con distintas dependencias gubernamentales y organizaciones no gubermentales para aportar nuestra ayuda a quienes más lo necesitan. A cada persona que hemos podido ayudar me recuerda que aquel giro inesperado de la vida tenía un propósito.

Y tú, ¿has pensado cuál es el verdadero proyecto de tu vida? ¿Qué decisiones te han acercado o alejado de él? Escríbeme y cuéntame tu historia, porque compartir lo vivido o mirarlos en los ojos de alguien más por un instante, también transforma. Sin más por el momento agradezco por acompañarme en estos minutos y recuerda que tu proyecto de vida no es un destino fijo, es una construcción diaria con cada decisión que toma en cualquier circunstancia.

Hasta la próxima.